La fecha ya ha sido marcada. El próximo 20 de Noviembre será la cita en la que los dos candidatos de los grandes partidos españoles se verán las caras para declarar al vencedor. Pero hasta entonces, todo puede pasar. Ahora lo que importa, no es saber quien es mejor dando discursos, en lo que no tengo ninguna duda que será Rubalcaba, cuyo poder retórico es netamente superior al de Rajoy. Aquí lo que importa son las propuestas. Porque ya se ha demostrado que un gobierno de talante puede ser muy bonito pero que en la práctica no aporta soluciones.
Así tenemos que Rubalcaba y Rajoy son las dos erres del cambio de España. Un cambio que llegará, de modos diferentes, pero que llegará, porque para Rubalcaba, la idea es romper con todo lo anterior, algo de lo que además formó parte, y par Rajoy, la idea es la de concretizar, la de no quedarse solo a criticar los hechos del PSOE si no a proponer verdaderas soluciones.
Por ahora, y a mi parecer, Rubalcaba ha comenzado con desventaja, precisamente porque formó parte del ejecutivo que ha perdido todo, pero porque además sus primeras medidas llegan apostando por la formación del trabajador a cuenta del empresario, un empresario que ya no da más por la crisis, y un trabajador al que en este momento solo le preocupa conservar su empleo.
Por su parte Rajoy enmendó. Porque de una política con recortes continuado se ha pasado a «gobernar desde el centro» y una anunciado recorte del impuesto de sucesiones que ya empieza a dar que hablar.
Tengo claro que el PSOE lo va a tener muy difícil, porque es difícil olvidarse de lo que llevamos sufriendo. Pero también tengo clara una cosa, que esta vez el pueblo ha madurado, y dará el voto no a las medidas electoralistas si no a aquellas que apuesten por el futuro del país a largo plazo.