En el Partido Popular no parecen tener las cosas muy claras últimamente. Será efecto de los excesos navideños, quizá se les haya subido el champán a la cabeza. Quién sabe. Lo que sí está claro es que mientras unos dicen arre, los otros dicen so. O lo que es lo mismo, el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, asegura que sus declaraciones contra la ministra Leire Pajín le reportarán votos en las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo.
Sin embargo, el vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, ha asegurado todo lo contrario, ya que la postura oficial del Partido Popular considera que esas acusaciones no tendrán un efecto positivo o bumerang y no se volverán a favor del PP y en contra del PSOE.
Cuando solo faltan cinco meses para que se celebren las elecciones, resulta perjudicial o, como mínimo, desaconsejable por la mala imagen que se ofrece a la opinión pública estas posturas contradictorias que no aclaran nada y que dejan a los ciudadanos confundidos y sin tener claro cuál es la postura de un partido, en este caso el PP.
Pero no es la mala imagen lo único negativo de todo este asunto. Resulta muy lamentable que el PP o, en este caso concreto, el alcalde de Valladolid, quieran darle la vuelta a la tortilla y sacar votos de donde sea, cueste lo que cueste, aunque eso implique rascar votos de unas declaraciones machistas en la que el señor Francisco Javier León de la Riva lo único que demostró fue su falta de educación y de respeto.
Lo que debería hacer el PP si de verdad quiere obtener los máximos votos posibles en las elecciones del próximo mes de mayo es poner al señor De la Riva en su sitio y transmitir a los ciudadanos un mensaje conjunto y unitario, claro y tajante. No importa el que sea. Pero que decidan y tengan las cosas claras. Todo lo demás es volver loca a la gente.
Fuente | Público