La izquierda abertzale no se aclara. O eso es lo que intentan dar a entender. Pero lo que realmente ocurre es que tienen las cosas muy claras, demasiado, y se les empieza a ver el plumero. Después de presionar a ETA para que durante estas navidades que están a punto de terminar emita un comunicado en el que declare un alto el fuego permanente, ahora han decidido que ese comunicado ya no corre tanta prisa porque no es necesario para seguir avanzando por la vía política.
O lo que es lo mismo, que ya no tienen tan claro lo de desvincularse de ETA para ser únicamente un partido político. Pero lo que sí siguen teniendo muy claro es que quieren estar presentes en las elecciones municipales y autonómicas que se van a celebrar el próximo mes de mayo para sí recuperar nuevamente su presencia en las insituciones.
No entiendo muy bien a qué viene ahora tanto paripé y tanto cambio de opinión. El Gobierno se lo ha dejado muy claro a Batasuna por activa y por pasiva. Si la izquierda abertzale quiere presentarse a las elecciones ya sabe lo que tiene que hacer. Desvincularse de ETA y exigir a la banda terrorista que declare un alto el fuego permanente y definitivo que suponga el fin de la violencia, la lucha armada y el terrorismo. Es así de sencillo. No hay que darle más vueltas.
Pero parece que la izquierda abertzale quiere pasarse de lista y conseguir todos sus própositos a cambio de nada. Recibir sin dar, salirse con la suya sin ceder en nada. Estar en las elecciones y en las instituciones como un partido legalizado sin antes haberse separado de ETA y sin que la banda terrorista haya desaparecido. Y eso, en un estado democrático, no se puede permitir. Esperemos que al menos el Gobierno sí tenga las cosas claras.
Fuente | La Razón