El Ayuntamiento de Madrid gana todos los concurso y mientras, los ciudadanos los pierden todos. Al equipo de gobierno de Alberto Ruiz Gallardón le ha dado ahora por convocar nuevos concursos públicos. Por ejemplo, el de los autobuses turísticos que recorren el centro de la capital.
En este caso la convocatoria del concurso público viene motivada por la conclusión del servicio tras diez años. El Ayuntamiento de Madrid tiene previsto convocar el nuevo concurso en la primera Junta de Gobierno que se celebre en este año 2011. Sin embargo, esto implica que mientras se convoca el concurso, se presentan las empresas que desean hacerse cargo de este servicio y se escoge el adjudicatario pasarán varios meses en los que los turistas no podrán utilizar estos autobuses. Madrid es una ciudad turística y el Ayuntamiento debería cuidar y mimar este sector, ya que de él depende también el de la hostelería, entre otros muchos.
Sin embargo, lo que ha tenido menos repercusión mediática y no todo el mundo conoce es que el Ayuntamiento de Madrid también ha decidido convocar un nuevo concurso público para encontrar una empresa que se haga cargo de los talleres que se ofrecen de forma gratuita en las bibliotecas públicas municipales.
Los talleres, que comenzaron el pasado mes de octubre y en los que hay lista de espera para apuntarse, tenían una duración prevista hasta el próximo mes de junio. Sin embargo, con el fin del año 2010 Gallardón ha cambiado de opinión y ha decidido poner fin a los talleres y convocar un concurso público para adjudicar la gestión de los talleres a una empresa privada.
Estos talleres, dirigidos tanto a adultos como a niños, son de diferentes temáticas: cómic, escritura creativa, clubes de lectura, cuentacuentos, periodismo, tertulias filosóficas, ciencias, informática, inglés, iniciación a la lectura, poesía, escritura de guiones cinematográficos, encuadernación, cursos de español para extranjeros, historia del cine, teatro, francés, títeres.
Imagino que el objetivo del Ayuntamiento de Madrid es encontrar una empresa privada que preste todos estos servicios con el mínimo coste y reducir de esta forma el presupuesto destinado a estas actividades. Parece que con la crisis todo vale con tal de reducir el gasto público. Pero, ¿qué pasa con todas las personas que hasta ahora impartían estos talleres? Y, lo más importante, ¿qué pasa con todos los ciudadanos que acudían a los talleres? Es cierto que lo hacían de forma gratuita, pero ya habían pagado sus impuestos al Ayuntamiento de Madrid. El señor Gallardón recauda impuestos, pero parece que se olvida de ofrecer servicios a los ciudadanos.
Fuente | ABC
