Lo cierto es que parece que el escándalo de Wikileaks ha llegado más lejos de lo que nadie apostaba. Resulta que ahora son compañeros de profesión, o lo que es lo mismo, que se dedican a lo mismo que Assange los que se han tomado la revancha y han decidido hackear a las empresas que se habían vengado de Wikileaks al no permitirle los pagos y bloquearlas. Es más, se habla de Paypal, Visa y Mastercard; pero el Banco Suizo ya sufrió la semana pasada el ataque de estos hackers y la noticia de ahora es que por centenares están atacando por oleadas los servicios de quienes han bloqueado los pagos a Assange.
Tampoco se ha librado la fiscalía sueca, la que había reclamado a Assange para ser interrogado por los supuestos delitos que se le imputan. La web ya ha sufrido el ataque de los hackers y han sido desde Anonymous que han reconocido la autoría.
Y parece que cada día son más los que se declaran a favor de Assange, que, siendo como fuese, ha logrado que el mundo descubra verdades nunca vistas, que pondrán como dicen muchos, en peligro la seguridad de los gobiernos, pero que en realidad, lo que yo creo que ponen en peligro es la seguridad de unos cuantos que se quieren mantener en el poder mintiendo sin compasión a quienes les votan.
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