Se dice que la Sanidad, al menos en Europa, y en concreto en España es universal. Pero ya se sabe que del dicho al hecho hay un trecho, y que lo público, en época de crisis no funciona demasiado bien. En todo caso, son derechos universales, casa y trabajo, y más de uno en este país se ha quedado sin uno o ambos sin haberse comido ni bebido la causa de la crisis. Pero así de injustas son las cosas. Y como les podrá habido sonado por los titulares de prensa de hoy, hoy dedicamos nuestro artículo de la mañana a ver ese concepto de Sanidad Universal, que por el momento en España no lo es
Y es que si aquí alguien no cotiza por un determinado período de tiempo, porque está en paro, ya sin derecho a prestación económica se queda fuera de la Seguridad Social. Vamos que de universal la salud nada. Evidentemente, hasta a llegar al caso de los EE.UU en el que los pobres médicos intentan convencer a los hospitales para operar sin coste a quien no tiene recursos, aún nos falta, porque en España lo de quedarse sin cobertura sanitaria tiene solución, más bien, tres soluciones:
- Anexarse como beneficiario de una de las tarjetas de la SS de los familiares
- Pagarse uno mismo las cuotas y los medicamentos
- Pedir una ayuda para personas sin recursos y obtenerla de forma gratuita.
Y aunque puedan parecer más que válidas las opciones, los tiempos burocráticos son los que son, y las culpas de unas administraciones a otras hacen que el ciudadano de a pie, que ahora está sin trabajo y en muchas ocasiones sin casa, tenga que comerse y tragarse no solo la crisis y la depresión de no saber que hacer, si no también los contratiempos y las ineficiencias de quienes están detrás del escritorio de funcionario. Y así es la vida. Aunque parece que todo va a mejorar, porque entre tanto recorte, nadie ha mencionado que en 2012, España dará cobertura sanitaria a todos los ciudadanos, y no veremos nunca más estos hechos que parecen sacados de una película de ciencia ficción. Pero hasta el año que viene, que sepan que en España la Sanidad no es Universal
Más info | El País
