El problema fundamental de los políticos es que se olvidan de aquel sabio refrán de predicar con el ejemplo. Y aunque el PP nos prometió tantas cosas en las elecciones del 20N, y luego se las saltó como a quien los votos ganados ya no le importa conservarlos, bien es cierto que pocos confiábamos en que se mantuviera fiel a su programa, y la mayoría fuimos a votar convencidos de que el PSOE ya no podía hacerlo peor.
Y aunque todavía no me he arrepentido de mi voto, he de confesar que le falta poco. Ya aguantamos una subida del IRPF, una congelación de sueldos, una subida de impuestos como la luz o el gas, y ahora nos proponen que aguantemos que mientras los ciudadanos estamos ahogados hasta el cuello con la crisis, ellos, los políticos puedan mantener todos sus privilegios como si el país estuviese en pleno apogeo.
Maria Dolores de Cospedal es probablemente una de las líderes más carismáticas del PP pero lo uqe acaba de proponer para Castilla La Mancha, una Comunidad ahogada por los recortes que ella misma anunció carece de toda lógica. Ahora quiere sumar 3 escaños más al parlamento de la Comunidad, y además de hacerlo en las provincias en las que ha ganado Cuenca, Guadalajara y Toledo, lo cual ya deja bastante que desear a la diligente popular como justa a la hora de contar votos; es según ella misma afirmó en 2007 «insonstitucional».
Pero en 2007 lo hicieron los del PSOE y ella estaba en la oposición. Y ya se sabe que según en el bando que están una cosa sirve o no sirve.
Pero a todo ello hay que sumar el gasto que suponen tres diputados más en el Congreso castellano-manchego, y que lo pagan todos sus ciudadanos a los que ya las cuentas no le salían. Y yo me preguntó, si tanto le gusta a Cospedal recortar, ¿por qué no se recorta el propio sueldo de los 3 que recibe? Ahh no, se me olvidaba que los recortes son solo para los ciudadanos… En fin, ¡qué país!
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