Decisiones. De eso se trata gobernar. De tomarlas y de asumirse las responsabilidades. Y como Rajoy ha creado un ejecutivo con ministros que le han estado casi siempre al lado. Un ejecutivo de amigos que estarán para las malas y las peores, pero aunque tiene de ventaja la confianza, también tiene desventajas considerables. Y es que aquí, haber elegido poner a Rajoy como cabeza en economía, porque a estas alturas ya sabrán que no hay vicepresidencia económica y que los ministros : Luis De Guindos (Economía y Competitividad) y Cristóbal Montoro (Hacienda y Administraciones Públicas) están por primera vez a la misma altura.
Y lo que podía parecer tan solo una decisión puramente estrategia puede suponer muchas cosas, porque si todo va bien, los méritos se los llevará Rajoy, pero si las cosas van mal, también tendrá que asumir las responsabilidades, y eso implica enfrentarse a la opinión pública. Y la verdad es que he de decir que después de salir de un ZP que tenía que aprender lecciones de economía express, parece que el panorama ha cambiado.
Y aunque no estoy nada de acuerdo con muchas cosas que ya han planteado los del PP, como la reforma del aborto, he de admitir que empiezo a admirar a Rajoy, porque en un mundo donde las responsabilidades parecen limitarse a echarle la culpa al otro, ha tomado el mando, y lo ha hecho con todas sus consecuencias, para bien y para mal. Y aunque pudiese parecer obvio, algo lógico, que deberían hacer todos los políticos, a día de hoy, es el primero.
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