Como bien sabrás, Rajoy anunció ayer, después de ganar las elecciones, su equipo de Ministros, entre el cual, la verdad, hay más de una incongruencia, bajo mi punto de vista, y alguna de ellas que podríamos tildar de entre graves y muy graves.
La primera de ellas, quizá la prioritaria tanto por importancia como por significado es la que nos llega con el tema económico, que a buen seguro será donde se centre esta legislatura, o, mejor dicho, donde debería centrarse si de verdad hacen algo por sacarnos de la crisis.
Pues bien, el señor Rajoy ha puesto como Ministro de Hacienda a Cristóbal Montoro, que, si no tienes una memoria demasiado frágil, te acordarás que precisamente estaba con Aznar en ese mismo Ministerio, con el mismo cargo, es decir, que uno de los que ayudó a que se formara realmente todo el tema de la burbuja y sus consecuencias, ahí está puesto de nuevo en su cargo, para que siga haciendo de las suyas.
Te preguntarás que ha estado haciendo estos siete años y pico, y la respuesta es sencilla, estuvo en una asesoría fiscal para aconsejar a grandes fortunas como pagar menos impuestos, genial, ¿verdad?, pues en las manos de este tipo vuelve a estar la Hacienda pública española, y, a buen seguro, «mirará por el interés de todos los españoles», por los cojones.
El otro pelotazo que me llama muchísimo la atención es el nuevo Ministro de Economía, de Guindos, quizá pienses que este nuevo en el ajo y demás, pero nada más lejos de la realidad, porque, no obstante, este hombre fue uno de los grandes en la campaña de 2004 en la cual perdió el PP de forma sorprendente, pero lo más sorprendente de este tipo no es eso, ni mucho menos.
Lo que más llama la atención del nuevo Ministro de Economía es que uno de sus cargos más recientes ha sido el Presidente de Lehman Brothers en España, sí, una de las piezas clave que provocó toda esta crisis.
Además de esto, está en el Consejo de Administración de Endesa y Unedisa, que es el grupo al que pertenece El Mundo, por ejemplo.
Como ves, otro tipo que a buen seguro mira por solucionar la crisis, por los cojones.
Con este panorama pensarás que el tema económico no puede estar en «mejores» manos, y a buen seguro tengas toda la razón, porque, la verdad, no se me ocurre alguna forma de estropearlo, pero tranquilos, que tenemos más carteras de las molonas.
Para Agricultura, tenemos a Arias Cañete, sí, el que estuvo presente y gestionó, por llamarlo de alguna manera, la crisis de las vacas locas, además, se instaura dentro de Medio Ambiente, algo genial para un tipo que tiene más de trescientos mil euros en acciones de petroleras, ¡así se hace Mariano!
Otra incongruencia, de las buenas, tenemos a una socióloga al frente de Sanidad y a una médico en Fomento, digo yo que esta gente sabrá de todo, porque, si no, ¡a mí que me lo expliquen!
Y, para finalizar, por último pero no menos importante, tenemos el caso Gallardón, uno que, bajo mi punto de vista, y esta vez lo digo sin acritud, es un tipo muy válido. Le dan la cartera de Justicia, no sé muy bien por qué, ya que este tipo podría dar mucho más de sí en otro lado, pero quiero entrar un poquito más allá, porque, madrileños y madrileñas, a partir del 27 de Diciembre, gracias a la minestrabilidad de Gallardón, la nueva alcaldesa de Madrid será Ana Botella, algo que nos lo llegan a decir una día más tarde y nos partimos de risa, pues sí, la señora esposa de Aznar y reproductora de perlas como el asunto de «las peras y las manzanas», una mujer que, por un lado, nadie la ha votado por ser alcaldesa y dudo mucho de su carrera política si no hubiera estado casado con el gran Josemari.
Dicho esto, evidentemente, no puedo más que desconfiar de este nuevo equipo, y desear, desde lo más profundo de mi negro corazón que hagan el menos mal posible, porque está claro, más que claro, que esta gente no va a mirar ni por ti, ni por mi.