A los fotógrafos de prensa no les gustan las reformas que se han llevado a cabo en el Congreso de los Diputados, especialmente las de las tribunas donde se sitúan, que ahora son más bajas y tienen más mármol. ¿Y por qué no les gustan? Pues porque les van a dificultar desarrollar su trabajo. Desde las dos tribunas en las que se sitúan los fotógrafos ya no se pueden ver y, por tanto, tampoco fotografiar, todos los escaños.
De esta forma, no solo se dificulta el trabajo de los fotógrafos sino que, sobre todo, se protege la imagen de los diputados. De esta forma será más complicado que veamos imágenes curiosas, divertidas o comprometidas como las que hemos podido ver a lo largo de los años en los medios de comunicación. Bostezos, burlas o algún diputado votando en el escaño de su compañero de al lado, que estaba ausente.
Aunque el presidente del Congreso de los Diputados, el socialista José Bono, ha asegurado que se reformarán nuevamente las tribunas de los fotógrafos para que vuelvan a ser más altas y permitan ver todas las filas de escaños, los fotógrafos ya han dejado clara hoy su opinión haciendo un plante y no haciendo fotografías en la sesión celebrada en el Congreso.
Y ahora que lo pienso, con toda la crisis que estamos sufriendo, con la continua petición de austeridad, de recorte de gastos, de reducción del déficit público, ¿no podían haber pensado antes en los fotógrafos, para no tener que reformar dos veces las tribunas y no gastar de esta forma el doble de dinero? Parece que no y que lo que han hecho, como tantas otras veces, es hacer, y después, pensar. Nunca al revés. Total, para qué.
Fuente | ABC