Estamos en la campaña política. No hay que negarlo. Ahora ya casi como en el amor y la guerra, todo vale, O casi. Sin embargo, hoy no les quiero hablar de opiniones políticas de derechas o de izquierdas, hoy les quiero hablar de algo más puramente si se le puede llamar «científico». Se trata de marketing político, y pretendemos darle un vistazo a una de las campañas que me han parecido más potentes desde el punto de vista comunicativo, la de Zapatero de 2008.
La propaganda de ZP en esa campaña electoral fue capaz de transmitir un mensaje claro, decente, y que llegaba a casi todos. Sin embargo, las cosas no habían ido mal en la primera legislatura, el PP no ofrecía demasiado en cambio y aún la crisis no había calado fondo.
Lo cierto es que a día de hoy, aunque el jefe de campaña, los creativos y los de marketing fuesen los mismos, el PSOE no puede tener la misma credibilidad, evidentemente no porque no se pueda transmitir si no porque no es creíble. Yo ya dije en su momento que hubiera sido mejor asumir errores y partir de cero, pero hay quien prefiere tirar pa’ delante con todo lo que se encuentren en medio. Y así, no se resuelven los problemas de España. Honestidad como base, y luego hablamos de votos.
