Me encanta que las leyes se cambien. No podemos vivir en una Constitución de los años 70, y diría aún más si tenemos en cuenta que las grandes modificaciones fueron la de eliminar los artículos fascistas. Me encanta porque la ley debe estar pensada para una sociedad como la nuestra, la de hoy, no la de hace décadas. Eso sí, lo que no me gusta es que se usen esos cambios políticamente, para hacerse más populares de cara a la población. Y aún a espera de dictar mi juicio personal acerca de si va por uno u otro lado, hoy me entero de que habrá un cambio en la Ley de Transparencia de Gobierno, según Montoro.
Y precisamente ese cambio pasará por juzgar a los políticos que incumplan presupuesto, que serán perseguidos penalmente por la ley. Y claro así a primeras, con unos ciudadanos que ya nos hemos cansado de recortes e impuestos extra mientras los políticos siguen viviendo como reyes, nos parece una magnífica idea. Pero lo de magnífico y la política, van pocas veces unidos, y me parece que esta vez no vamos a tener la suerte de que sea la excepción.
Aún así a la propuesta de Montoro de que los políticos que incumplan presupuesto serán perseguidos penalmente por la ley pueda ser muy buena para ponernos a todos a la altura, y que sea precisamente lo que España necesita, le daré el beneficio de la duda, y esperaré a que nos cuenten como van a ser juzgados, porque si vamos a lo que ha dicho, parece que gastar un solo céntimo de más sería motivo de cárcel, y ¿estarían dispuestos en el PP a meter en la cárcel a Esperanza Aguirre o a Francisco Camps que han dejado en número rojos a sus Comunidades? ¿O esto solo vale para la oposición? Veremos en que acaba todo, pero de buenas a primeras si fuese una propuesta real, me encantaría.
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