Pues sí, lo saben hasta en Marruecos y lo han gritado a los cuatro vientos. El recién nombrado embajador de Marruecos en España, Ahmed Ould Souilem, habló en agosto de 2009 sobre el papel desempeñado por el Gobierno español en el conflicto entre el Sahara y Marruecos.
En aquella entrevista concedida a un periódico español se refirió a la postura y la actitud de España como algo peor que incompetencia o incapacidad. Además, achacó a nuestro país el papel de malo en este conflicto por no haber hecho nada positivo y añadió que España podía haber jugado un papel más sereno, razonable y responsable.
Asimismo, destacó que España, por querer quedar bien con todos, con todas las partes implicadas en el conflicto, había conseguido precisamente todo lo contrario, quedar mal con todos. Y con las vueltas que da la vida, estas declaraciones de agosto de 2009 tienen hoy, año y medio después, plena actualidad.
España sigue sin hacer nada en este conflicto y sigue quedando mal con todos por querer quedar bien, por no querer enfadar a nadie, especialmente a Marruecos, y por no querer, como suele decirse popularmente, mojarse. Quiere nadar y guardar la ropa y eso es imposible. Lo único que ha conseguido con esta actitud es bajarse los pantalones una y otra vez ante Marruecos. Quién le iba a decir al señor Ahmed Ould Souilem hace año y medio cuando hacía esas duras, aunque al mismo tiempo ciertas declaraciones, que tendría que cambiar esa franqueza por las posturas políticamente correctas de los diplomáticos.
Fuente | La Razón