Margallo con más desatinos que el propio Moratinos

La verdad es que la política, en todos los aspectos se encuentra muy debilitada. La sociedad española ya no siente apenas aprecio por sus gobernantes, a los que acusa de corrupción, de promesas incumplidas y de hacer reformas que solo les sirven a ellos y nos perjudican a todos. Y aunque podríamos ir uno a uno por los Ministerios encontrando los cientos de errores que en buena parte explican porque el actual ejecutivo no tiene ni un solo ministro que apruebe su gestión calificada por el ciudadano medio, hoy me quiero centrar en la política exterior, en la que España nunca ha sabido moverse demasiado bien.

Y es que recuerdo todavía a Moratinos, al que ya apodaban desatinos por ir metiendo la pata en cada asunto que abordaba. Y la verdad, aunque el apellido del actual titular de Exteriores no de para el chiste, me parece que ha conseguido quitarle el pusto de desatinos al anterior. Desde que Margallo preside su cartera, no hemos tenido ni una buena noticia en lo que se refiere a política exterior. Primero fueron las expropiaciones en Latinoamérica, luego el fracaso proponiéndose como mediador en el conflicto palestino-israelí, y luego llegó el turno a la crisis con Venezuela.

MARGALLO

Particularmente, creo que pocos países pueden presumir de una gestión tan pésima en el ministerio de Exteriores como Venezuela. Allí, todo se mueve a base de los conocidos como petrodólares, que no es más que ofrecer petróleo a bajo costo a países con los que se pretende únicamente comprar su silencio para que hagan la vista gorda ante todas las ilegalidades que ocurren en el país. Pero lo de España fue peor. Decir primero que no se reconocía al ilegítimo presidente Maduro por la trampa electoral. Luego que si se reconocía. Después que querían recuento y se ofrecían mediadores. Tras la cachetada que le diron acusándole de meterse dónde no lo llamaban, se dio marcha atrás y se enfrío la relación. Y ahora, Margallo dice que no ha pasado nada, y que «los puentes con Venezuela siguen en pie». La verdad, como demócratas no entiendo que hacen en ese circo. Aunque como sabemos España es el primer vendedor de armas a Venezuela. Y claro, donde se pongan las armas, que se quite la democracia.

Imagen: European Parliament (Official)