El castigo no puede ser el fin último. El fin último de la justicia debería ser que la persona se reintegre en la sociedad. Pero eso no siempre está bien visto por los votantes. Quizás ello haya hecho que desde Londres, y desde el gobierno británico se planteen castigos fuera de norma para quien participo en los últimos disturbios de la capital inglesa. Tanto así, que se pretende incluso eliminar los subsidios sociales a quien disponía de ellos.
Y yo me preguntó, ¿no será que así se aumenta el problema en lugar de eliminarlo? Si se habla de personas que no son inglesas, y ven al Estado inglés y en concreto a la policía como el enemigo, y la respuesta a sus protestas no es otra que la represión y la garantía de que se quedarán fuera de la sociedad, creo que el problema solo aumenta. Evidentemente no digo que no reciban castigo, pero el castigo bien podría ser hacer algo por reconstruir lo que deshicieron. De modo tal que tomasen consciencia del problema. Así solo se divide, y la división no lleva a nada.
Noticia | El País
