Estamos todavía en octubre, aún faltan dos meses y medio para que finalice el año y las 55 muertes por violencia de género en 2010 ya han alcanzado a las que se produjeron en todo el pasado año 2009. Por mucho que el Ministerio de Igualdad se empeñe en decir que 2009 fue un año muy bueno en el que estas muertes se redujeron un 27,6%, pasando de las 76 de 2008 a las 55 de 2009, nunca se puede realizar un balance positivo de algo tan negativo, igual que ocurre con las muertes en accidentes de tráfico. No importa que desciendan o no, siempre será un problema y una lacra que erradicar mientras haya una sola muerte.
Y este año no es una, ni dos, sino que son ya 55. Y con este panorama desalentador la ministra de Igualdad, Bibiana Aido, sigue insistiendo en que se deben denunciar los malos tratos para que así se ponga en marcha el sistema de protección a las víctimas, formado, entre otras cosas, por mecanismos como la teleasistencia o el teléfono 016. Sin embargo, parece que la ministra de Igualdad culpabiliza a las propias víctimas de esta situación, por no querer denunciar. La culpa no es de las mujeres o de los hombres que sufren malos tratos por parte de sus parejas o ex parejas. La culpa es de toda la sociedad y todos nos debemos sentir culpables y responsables de esta desagradable situación.
Una situación en la que el miedo es el único vencedor. El miedo de las víctimas y de las personas que integran su entorno, ya sean familiares, amigos, vecinos o compañeros de trabajo, que no se atreven a denunciar. El miedo a que esa denuncia, si finalmente se pone, no sirva para nada. Porque eso es lo que ocurre en la mayoría de los casos. No importa la denuncia, la llamada al 016, la orden de alejamiento o la pulsera localizadora. A pesar de todas estas medidas, las muertes siguen aumentando.
Con todo esto, la ministra de Igualdad debería analizar qué falla en ese sistema de protección que ella recuerda una y otra vez que es tan seguro porque, si realmente fuera tan eficaz como ella dice, no tendríamos que lamentar los 55 asesinatos que se han cometido en estos diez primeros meses del año.
Fuente | El Mundo
