El viernes os contábamos que Francia había aceptado explicar a la Comisión Europea por qué la expulsión de gitanos rumanos que había tenido lugar este verano no era motivo de sanción. Tras estudiar la defensa de Francia, la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, ha decidido no abrir un procedimiento de infracción contra Francia porque cree que las justificaciones que París ha dado a Bruselas son suficientes, ya que el gobierno de Nicolas Sarkozy modificará su normativa nacional sobre la libre circulación de ciudadanos europeos para adaptarla la la de la Unión Europea.
Sin embargo, aún no está todo dicho y la decisión definitiva sobre esta cuestión se tomará en la reunión de los 27 comisarios europeos que se celebra hoy martes. Aun así, no parece muy probable que vaya a haber sorpresas después de las declaraciones de la comisaria de Justicia que, paradójicamente, en su día fue la más dura y crítica contra la actitud de Francia.
En la última cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que tuvo lugar el pasado 16 de septiembre Reding comparó las expulsiones de gitanos con las deportaciones nazis de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, lo más sorprendente fue que los jefes de Estado y de Gobierno, en lugar de apoyar estas duras declaraciones, se posicionaron a favor de Sarkozy y calificaron las palabras de Reding como desafortunadas e inapropiadas.
Después de este episodio, ahora llama la atención el cambio de opinión tan drástico que ha experimentado la comisaria de Justicia en apenas un mes. Y, por si fuera poco, Reding vuelve a dar muestras de incoherencia ya que, después de decidir no sancionar a Francia por la expulsión de rumanos de este verano, asegura que continuará con su investigación sobre las supuestas prácticas discriminatorias. Una investigación que, sin embargo, no conllevará ningún procedimiento de infracción.
Con todo esto, da la sensación de que la comisaria de Justicia no tiene muy claro cómo debe actuar ante esta cuestión. Primero compara a Francia con los nazis, luego dice que no hay motivos suficientes para sancionar al país galo y, por último, continúa con la investigación. No parece un comportamiento muy coherente y lógico.
Por el contrario, lo que sí parece es que lo que desea Reding es, como se suele decir popularmente, nadar y guardar la ropa. O lo que es lo mismo, contentar a todos. Por una parte, no enfadar a Sarkozy y, por otra, tener contento al presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, quien últimamente ha mostrado su interés en rebajar las tensiones existentes entre Francia y la Unión Europea por las expulsiones de rumanos.
Sin embargo, no podemos olvidar que la Unión Europea no existe para contentar a todos, sino para velar por el cumplimiento de las leyes en todos los Estados miembros y para velar asimismo por todos sus ciudadanos. El que sí debe de estar muy contento es Sarkozy. Veremos cómo reacciona la comisaria de Justicia si el presidente francés vuelve a las andadas.
Fuente | El País
