Los resultados de esta semana en la encuesta a los lectores, para que decidan sobre qué quieren que hablen nuestros políticos, han sido sorprendentes. Con la constante discusión que llevamos hace semanas, en la que todos opinamos sobre la tardía intervención internacional y el papel de la ONU en el conflicto de Libia, y sobre la energía nuclear, a la vista de las noticias que nos llegan desde Japón, nuestros lectores se han decantado por una noticia local que ha generado un debate que cada cierto tiempo vuelve: la presencia de capillas en las universidades públicas españolas.
Precisamente ayer Esperanza Aguirre se lanzó a opinar sobre el tema, diciendo que si en vez de una capilla hubiera sido una mezquita se hubiera montado un escándalo mayor. Pues no, señora, no: desde aquí yo le digo, como una de las personas que más ha criticado la existencia de las capillas en las distintas facultades (y el hecho de que el párroco en cuestión se te colara en clase para adoctrinarnos) que no deberían existir y, si acaso, ser reconvertidas en sala de oración sin ninguna confesión atribuida.
Aquí os dejo una captura de pantalla con los resultados: