La izquierda abertzale continúa con su estrategia para poder presentarse a las próximas elecciones municipales que se celebrarán en mayo y ahora ha anunciado que en los próximos días presentará un nuevo partido que rechazará el uso de la violencia como medio para lograr los objetivos políticos que persigue hoy en día Batasuna.
Sin embargo, por mucho que la izquierda abertzale se esfuerce por estar presente en las instituciones democráticas PP y PSOE no se lo van a poner nada fácil y si este lunes eran Zapatero y Patxi López los que aseguraban que Batasuna no podría presentarse a unas elecciones mientras no se separase de ETA, ahora es el vicepresidente primero, ministro del Interior y portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, el que ha recordado que los cambios que se han producido hasta ahora en el entorno de ETA se deben únicamente a la presión policial y no a un cambio real en la actitud de la izquierda abertzale.
Rubalcaba ha coincidido con Zapatero y el lehendakari Patxi López a la hora de señalar que el único camino para que Batasuna pueda presentarse a las elecciones municipales de mayo es que ETA abandone definitivamente las armas o que si esto no ocurre, sea Batasuna la que abandone a ETA. Asimismo, Rubalcaba ha destacado que la actual tregua de ETA ya no es creíble ni una garantía suficiente para legalizar cualquier partido de la izquierda abertzale.
Tanto el PP como el PSOE muestran una gran cautela ante los movimientos que se están dando desde el entorno de ETA. Después del atentado de la T-4 que puso fin a la última tregua, nadie se fia de la actual tregua ni de las intenciones de ETA de declarar un alto el fuego ni tampoco de las palabras de Otegi y de Batasuna sobre la petición a la banda terrorista de que deje la lucha armada. Por todo ello, creen que no debería presentarse a estas elecciones y que debería esperar más y, sobre todo, demostrar todos esos buenos deseos con hechos.
Es cierto que el movimiento se demuestra andando y que han sido muchos, demasiados años de atentados, de asesinatos, de secuestros, de estorsiones y de violencia injustificada e irracional como para que se puedan borrar, olvidar y dejar atrás sólo por unas buenas palabras que por ahora no valen nada si no se transforman en hechos prolongados en el tiempo.
Por otra parte, es lógico que ninguna de las formaciones políticas se fíen de las palabras de la izquierda abertzale que, menuda casualidad, llegan justo cuando sólo quedan unos meses para las elecciones municipales. No es la primera vez que Batasuna recurre a las estratagemas para estar presente en las instituciones, así que si de verdad quiere ser un partido legal, deberá esforzarse mucho para demostrar a todos los demócratas su sinceridad.
Fuente | El País
