Os contábamos desde aquí a la serie de insultos y faltas de respeto a las que Rubalcaba se había enfrentado ayer en el hemiciclo. Pero parece que a Rajoy no le ha gustado ese 3 contra 1 que se montaron Soraya Sáenz de Santamaría, Rafael Hernando e Ignacio Gil-Lázaro, sacando a la palestra temas como el 11-M, los GAL y el ‘caso Faisán’.
De todo ello se concluye un gran fallo en la estrategia comunicativa del PP, que se debe centrar en lo que preocupa a los españoles, y que por norma los populares consiguen hacer siempre mejor que los socialistas: sacar a España de la crisis. Sin embargo, el hemiciclo se transformó en un escenario de acusaciones pasadas que buscaban desacreditar al PSOE y que no decían nada del discurso político del PP. Es decir, más de lo mismo: Insultos y faltas de respeto.
Tras el fallido intento de comunicar del PP, Soraya Sánchez de Santamaría se llevo la bronca de su jefe, Mariano Rajoy y de una buena comitiva de veteranos del PP que criticaron que la Sáenz se hiciese acompañar por estos dos, que ponen a riesgo, como cita El País, la idea de de quitar el foco sobre la economía, que es el asunto preferente del trabajo de oposición del PP, sepultar la imagen de moderación que pretende dar ese partido y movilizar a los electores de izquierdas.
En fin, un nuevo fracaso en comunicación, que les guste o no a los políticos es la baza de los votos, que le da de nuevo un impulso a la recuperación del PSOE. Y si las cosas continúan de este modo, yo no me extrañaría que por allá para las próximas elecciones, volviese a ganar el PSOE, y les tocase de nuevo estar en la oposición. Una oposición que cubrirán mientras no entiendan que comunicar no es insultar o sacar a relucir los trapos sucios, es una cosa totalmente diferente.