Que Wikileaks es una gran fuente de información ya nadie lo duda a estas alturas del panorama político. Hay documentos para todos los gustos y todos los gobiernos. En el caso español, tras publicarse las opiniones de nuestros políticos sobre Chávez, ahora llega otro escándalo, el que se ocasionó cuando España negó la independencia de Kosovo y retiró las tropas del pequeño país balcánico.
Alguna vez hemos hecho referencia a la estupidez de no reconocer la independencia de un territorio que poco tenía que ver con el gobierno que lo gestionaba, por cuestiones culturales, étnicas, sociales y políticas. Y que no me vengan ahora los catalistas y vascos que quieren la independencia a argumentar que es la misma cosa, porque solo basta leer un poquito de historia de la Antigua Yugoslavia para entender que los problemas de fondo no son los mismos. Reflexiones independentistas aparte lo cierto es que el tema Kosovo desató una crisis diplomática en España sin precedentes, ya que al gobierno del PSOE le cayó su primer tirón de orejas desde los EE.UU.
Y es que en aquel momento gozábamos de una buena relación con los EE.UU y la administración Obama. Pero claro, a nuestro gobierno no se le ocurrió nada mejor que retirar las tropas sin previo aviso, no fuese a ser que Cataluña y el País Vasco se comparasen con Kosovo (¡vaya tontería!) y se liará al de Dios. Entonces vino la Clinton y nos dio un tirón de orejas de los buenos que nos hizo echarnos a trás y pedir disculpas diplomáticas prometiendo que no volvería a pasar.
Tras la tempestad llega la calma. Y las relaciones poco a poco volvieron a sus inicios, pero el tema Kosovo sigue abierto y los temores de España siguen vigentes. Todo tendría una solución mucho más racional y coherente. Meramente educativa. Si los españoles confundimos a Cataluña y el País Vasco con Kosovo ¿por qué los políticos no explican cuales son las diferencias, que son muchas, y se dejan de tonterías? Si cada vez que surja en la escena internacional un temor, nos escapamos de el, en lugar de enfrentarlo, veremos como estamos dentro de unos cuantos años, cuando los temores ya se hayan convertido en ideales. En aquel momento no habrá nada que hacer, y claro entonces PP y PSOE se dedicarán a echarse la culpa unos a otros y a echarse horas en debates del Congreso por discutir quien lo hubiera hecho mejor. ¿Por qué no lo hicieron en su momento?
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