Hugo Chávez confiesa estarse muriendo ante Dios. Su cáncer ya no tiene cura

La mayoría de las veces, al menos cuando de política se habla, hay que saber leer entre líneas. Y esto, en el caso de los que dicen ser presidentes democráticos, bajo los cuales se esconde un perfil autoritario que la única democracia que entiende es aquella de los que piensan igual que él, eliminando todo lo demás, es todavía más importante atender a esas frases que tienen mucho que esconder detrás.

Este es el caso de las noticias más actuales acerca de Venezuela y su presidente Hugo Chávez, el cual parece estar a un paso de la muerte. Y aunque los rumores que se han demostrado más de una vez certeros del periodista Nelson Bocaranda y de un médico que tiene acceso a toda la información del tratamiento de Chávez, no le dejan demasiado lugar a esperanzas de vida a Chávez, sus palabras, al menos unas de las últimas que ha pronunciado parecen querer decirlo todo.

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Las declaraciones que hizo en la iglesia, en una misa que se celebraba por su salud, las palabras del presidente, si las analizamos al dedillo son la verdad de alguien que siente que la muerte le está llamando:

Dame tu corona Cristo, dámela, que yo sangro, dame tu cruz, cien cruces, pero dame vida, porque todavía me quedan cosas por hacer por este pueblo y por esta patria, no me lleves todavía, dame tu cruz, dame tus espinas, dame tu sable que yo estoy dispuesto a llevarlas, pero con vida, Cristo mi señor

Y por mucho que desde las fuentes oficialistas del gobierno quieran negarlo, Chávez ya ha asumido su condena, una condena que ya no tiene vuelta atrás.

Otra cosa será ver como acaba el país si Hugo Chávez se muere. Porque nunca ha querido abdicar, nunca ha querido renunciar al poder a pesar que hace más de un año que sabe que tiene cáncer. Y aunque el país está dividido en dos, lo peor de todo es que dentro del partido del propio Chávez las divisiones son aún mayores, peleándose como perros por subirse a la silla del mando. Y muchos temen, que todo acabe en una guerra civil, al menos si el ejército lo permite.

Lo mejor sería que todo acabase en las urnas, con unas elecciones limpias que permitiesen que Venezuela tuviese futuro porque a día de hoy solo hay escasez, paro, inseguridad y falta de recursos. Y por mucho que intenten taparlo con misiones y promesas, 12 años son demasiados para esconder más mentiras.