Lo de España parece ser un camino de espinas. Bueno, no lo de España, sino lo de los españoles. Y es que a los políticos les gusta mentirnos; es más viven de la mentira, pero los españoles podemos hasta cierto punto creer, pero hay momentos históricos en que creer no es ya una posibilidad, porque hay cosas en las que ya no se puede creer, se caen por su propio peso. Y es que en España nos hemos quedado sin esperanzas ante un futuro mejor. Primero fue el sector de la construcción que vio como todo lo que tenía no era más que una burbuja que dejo miles de parados sin apenas posibilidades de reinsercción. Luego fueron el sector automovilístico, el hostelero, para contagiar a todos los demás relacionados con el consumo. Y claro, encima, por si fuese poco el problema, los impuestos suben, suben para el ciudadano de a pie, y suben para las empresas, que ven el hecho de contratar personal como el camino a la bancarota. Y antes de caer en la bancarota, mejor nos quedamos como estamos.
Lo cierto es que una España sin esperanzas ante un futuro mejor no presenta demasiadas opciones. Para los que aún quedan con empleo, echar bien las cuentas y aguantar como campeones mes a mes; para los que no, dos opciones, si no hay letras que pagar, cruzar los dedos y enviar curriculums a donde sea, si hay letras, mejor rezarle a todos los Dioses posibles para que esto mejore, porque sino, los que harán la fiesta son los bancos. Para los jóvenes, mirar más allá de nuestras fronteras, porque volvemos a la época de nuestros abuelos, en las que emigrar a nuevas tierras parece la única opción disponible. Son otros tiempos, pero la realidad es similar. Y el problema es que por mucho que se hable de 2012, por mucho que se diga que queda un año para salir de esto ¿ustedes se piensan que en un año conseguiremos generar 4 millones de empleos, muchos de los cuales deberían de ser de alta formación, cuando no somos capaces de atraer grandes empresas, cuando nuestro turismo se cae y cuando el futuro es más que negro? Por mi parte, las mentiras ya han calado, y no creo yo, que en 1 año, España vaya a darme lo que me prometen los políticos. Porque han mentido, y lo seguirán haciendo.
