Parece que España estamos llegando a récords históricos mundiales. Y es que no es para menos. La capacidad de nuestro país para destruir empleo se ha demostrado alucinante. En total, parece que nos cargamos ni más ni menos 9000 puestos de trabajo al día, que es difícil de hacer, yo diría que somos casi como el Fukushima del empleo. Y eso es un caso de estudio.
Sin segundas intenciones, me parece que deberíamos poder poner en estudio lo que hemos hecho ante economistas, sociólogos, e incluso psicólogos para poder estudiar que ha sucedido, porque es difícil que estando dentro de la Unión Europea y presumiendo del crecimiento que hemos tenido los últimos años, llegásemos al punto en el que estamos.
Esto es sin duda la Gran Recesión, la gran recesión de todo un país, y de toda una sociedad que ya no sabe que hacer. Sin embargo lo que más me preocupa es que en el caso de Fukushima, las soluciones se pusieron desde un primer momento sobre la mesa, pero en España, todavía no las hemos visto, y creo que tardaremos en verlas. Y mientras tanto el desastre social sigue expandiéndose como si no tuviese fronteras. ¿Pensarán los políticos que la mano de Dios actuará por si misma? Sean creyentes o no, créanme, eso no funciona. O trabajan, o de esto no nos saca nadie.
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