El escaño 351. Así se llama la nueva estrategia de Rubalcaba y del PSOE para ahcerse con las elecciones en noviembre. Evidentemente la idea es buena. Pero no es nueva. Todos los partidos han siempre apostado por defender lo que quiere el pueblo. Por darle mayor libertad de expresión y por atender a sus propuestas. En este caso, la única diferencia es en términos burocráticos. Rubalcaba pretende borrar de un solo soplo todo lo que ellos hicieron a base de decretos en los que la opinión pública no contaba con una promesa que suena muy bien pero que viene disfrazada de piel de cordero.
No me puedo creer que en 8 años de poder, gobernando gracias a decretos, ahora de repente, y justo cuando aparece el 15-M, el PSOE tengas ansias de hacer que el pueblo de verdad cuente en política. El escaño 351 suena muy bien. Pero solo en la forma. Mejor que eso, yo propongo que por norma el pueblo pueda hacer lo que el señor Rubalcaba propone, pero no a cambio de votarle a él, porque aunque parezca ridículo ese derecho que supuestamente nos da en cambio del voto Rubalcaba ya debería ser nuestro. Y no obtenerlo a cambio de olvidar muchos años de tortura socialista.
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