En Cataluña no es la primera vez que algunos alcaldes han llamado a un control más fuerte para con los inmigrantes. fue el caso de Vic hace ya algunos meses que mantuvo en vilo al gobierno central y que finalmente no quedó en nada.
Pero parece que la propuesta calla dentro del PP, que ve como con este argumento se puede ganar los votos de aquellos que han perdido sus trabajos y en momentos de crisis, ven más sencillo pensar que la inmigración ha tenido la culpa que ir más allá del discurso como el bajo índice de natalidad, y que existen trabajos que los españoles, por las buenas, no los hacen.
Pues bien, el partido popular catalán pretende hacer de su discurso contra la inmigración ilegal y en pro de un mayor control su bandera en la próxima campaña de las autonómicas en noviembre. Ya se han visto algunos casos que anticipan la nueva filosofía del PP, y es que Alicia Sánchez-Camacho, candidata del PP en Cataluña hizo hace algunas semanas un recorrido por los barrios del municipio de Badalona, uno de los que más gitanos tiene en su padrón.
Puede que la política del PP funcione para ganarse esos votos de la derecha, y de algunos del centro que ven a los inmigrantes como una amenaza en sus trabajos, pero bajo mi punto de vista, no funciona para ganar unas elecciones, aunque todo está por verse.