Ultraderecha: en España siempre me he sentido orgullosa de que nuestro país no le guiñase un ojo a la ultraderecha. Y no hablo de la rama dura del PP, que al fin y al cabo se engloba dentro de la estrategia genérica del partido nacional, si no más bien de alternativas políticas como la francesa de Le Pen, o la todavía más radical griega de Amanecer Dorado, que parecen conquistar votos en situaciones de crisis, mirando para otro lado.
Sin embargo, eso dejará de ser motivo de orgullo, porque según el diario El Aguijón el partido Amanecer Dorado creará una filial en España en la que Miguel Angel Fontán, un conocido ultra español será el cabeza de lista. ¿Y ahora, cómo defiendo yo el orgullo de ser español? Y ano me queda nada.
Gobierno: ya no saben qué hacer. O mejor dicho, saben que hacer pero no quieren. El rescate se ha puesto sobre la mesa antes de lo que muchos del PP querrían. Y ahora se verán obligados a más presiones para poder financiar España. ¡Y justo en elecciones! ¡Qué marrón! Ya no podrán prometer para no cumplir, porque las cartas estarán boca arriba para los votantes.
La Amnistía: cuándo estaban en la oposición y se le ocurrió a ZP, lo criticaron, además de calificarlo de mal gobernante. Al final el líder del PSOE no la hizo, pero les falto tiempo para acomodarse en La Moncloa a los del PP para llevarla a cabo. Y ahora, que llegamos a la mitad de su vigencia, sabemos que se ha recaudado solo el 2% de lo que habían estimado. En total poco más de 50 millones de euros, de los 2500 millones que pretendía. ¡Todo un éxito y un motivo más para llamarle al autónomo y a la pequeña empresa defraudadores!. Claro, es que si los grandes no lo son ¿a quién le van a echar la culpa?