De primas de riesgos con tomates y rescates

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Ahora si que si. Lo que prometió ser un cambio de base en las elecciones legislativas en noviembre en España se ha quedado en un cambio de color. En lugar de ver la rosa del PSOE vemos la gaviota del PP, cambiamos el rojo por el azul, y a Zapatero por Rajoy. Del resto poco más. Mientras unos nos mintieron cuatro años, otros lo hacen de corrido en uos seis meses de idas y venidas que no solo desconciertan a los mercados e inversores que no saben que será la próxima si no a los ciudadanos que le han dado sus votos.

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Y de aquella confianza y de aquella transparencia ya no queda ni rastor, ahora que se ha cambiado a la prima del pueblo por la prima de riesgo y a los tomates por rescates. Y es que ya lo dicen los dicionarios de sinónimos que parecen estar consultando como locos los que se dedican a la comunicación en el PP. Usted puede llamarle a cualquiera tonto, bobo o que no se entera, pero los tres significan que el que tiene delante muy listo no es. En fin, que pueden aferrarse en no llamarle rescate a lo de la banca, pueden aferrarse en mirar para otro lado yendo a la Eurocopa y ponerle velas a quien quieran a ver si ahora si que si, el crédito fluye, porque lo que va a fluir va a ser el déficit que se engrosará con los intereses de la letra pequeña del tomate-rescate, y los que vamos a pagar las cuentas no vamos a ser otros que los ciudadanos mientras Rato y sus secuaces se salen con la suya.

Así que a mi que me hablen de primas, de tomates o de soluciones lo mismo me da, cuando al final de cuentas voy a ser una a la que le toque pagar el pato. Y como decía uno que se conocen en antaño lo de esto no es una crisis, va a pasar más rápido de lo que pensábamos a la historia, porque lo del PP lo supera con creces.