El que se creía que solamente en los diarios, en la TV y sobre todo en la calle el tema diario que como si de papagayos se tratase era la economía, una que no sabemos muy bien porque se ha cebado con nosotros, sobre todo aquellos que hemos trabajado, que hemos cumplido y que hemos visto como del día a la noche todo de repente cambió, pueden ir cambiando de tercio, porque la crisis no nos abandona como en los anuncios del coleresterol, si no que llega una nueva, la cual puede ser todavía más peligrosa, y no estamos hablando de otra que de la crisis política que vive España.
Y no les cuento que los que no eran seguidores del PP están que trinan con tanto recorte, si no que los que lo han votado tienen también lo suyo guardado que se podría transformar en una buena bofetada a ese Rajoy que les traicionó si lo tuvieran delante. Pero eso es solo un síntoma de que nadie confia en los partidos, porque los votos que se le escapan al PP no irían, por primera vez en la historia al PSOE. Por tanto parece que cuaja eso de que PP-PSOE lo mismo me da que me da lo mismo.
Pero si la crisis política empieza por los partidos no termina ahí. La gente ya no se fía de las que han sido instituciones de toda la vida y España empieza a sentirse en una era de cambios como lo fue el post-franquismo, solo que en este caso no abandonamos una dictadura si no una democracia corrompida desde su más interna esencia. Porque el poder judicial no está mejor, con jueces a los que 6000 euros, esos que cobran al año muchas familias les parecen una miseria, y a nadie le preocupa juzgarle no solo por malversación de fondos, si no hacer un juicio moral de como ese señor se atreve en los tiempos que corren de semejante falta de insensatez.
Pero si el gobierno, los partidos y el poder judicial están en crisis, no van a ser los únicos. La monarquía española parece tener los días contados por veces, y entre Inñaki y Juan Carlos no ganamos para sustos, y ya nadie se cree, fuera del PP y del PSOE que en esto se ponen de acuerdo que el rey pueda gastar lo que le plazca con un presupuesto igual al recorte que nos han metido en buena parte de los derechos fundamentales.
Sindicatos y patronal no están mucho mejor. De los unos no se fía casi nadie, porque ante ZP dejaron hacer y deshacer vendiéndose al gobierno, y de los otros, que soluciones sobre la mesa no las ponen algunos ya se preguntan porque hay que pagarles.
Y parece que en España, aquella primavera de la que hablábamos cuando nació el 15M está más vigente que nunca, porque ya la mitad de los españoles consideran que nuestro sistema democrático no es el mejor que podríamos tener y esto da mucho que pensar. Porque los cambios no siempre son para mejor. Y si no pregúntenle ustedes a Aurora Dorada en Grecia