La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, está entre la espada y la pared. O quizá sería mejor decir entre retractarse o recibir una demanda. Porque eso es precisamente lo que le exige el PSOE, que se retracte públicamente de sus acusaciones a los socialistas de espiar a miembros del PP de Castilla la Mancha contratando a detectives privados o, por el contrario, demostrar con pruebas que realmente ella y otros miembros populares fueron espiados.
Veremos en qué acaba todo esto y ya comprobaremos si, efectivamente, la número dos del PP pide disculpas o si, por el contrario, se mantiene en sus trece y por fin aporta las pruebas que asegura tener del espionaje socialista a miembros populares de Castilla la Mancha. Personalmente, creo que una vez más todo quedará en agua de borrajas y que en unos días todo estará olvidado. Ni Cospedal se retractará públicamente ni el PSOE le demandará por calumnias.
Pero tampoco quiero ni puedo adelantar acontecimientos. Que el tiempo sea el que ponga a cada uno en su sitio, aunque en este caso sea entre la espada y la pared, o entre la disculpa y la demanda.
Fuente | El País