Chávez acusa a España de cobardía política por el caso Cubillas

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El presidente de Venezuela Hugo Chávez ha vuelto a dar muestras de su costumbre de lanzar balones fuera y de acusar a todo el mundo de querer atacar y desacreditar a su gobierno, cuando es él el que más critica las políticas de otros países. En esta ocasión el gobierno venezolano ha hecho público un comunicado para responder a las declaraciones de Alfredo Pérez Rubalcaba, Trinidad Jiménez y Francisco Caamaño, que pedían la extradición de Venezuela a España del presunto etarra Arturo Cubillas.

En el comunicado Chávez asegura que esas declaracione son ambiguas y tendenciosas y que lo único que consiguen es relacionar a Venezuela con ETA y por ello ha exigido al ejecutivo de Zapatero que cese inmediatamente de acusar a Venezuela de mantener relaciones con la banda terrorista.  

No contento con esa exigencia, Hugo Chávez ha acusado a España de ser una clase política cobarde por querer justificar su fracaso en la lucha contra ETA acusando a Venezuela. Por si fuera poco, el presidente venezolano ha querido ir más allá y ha recordado que todas esas acusaciones son una violenta campaña de terrorismo psicológico.

Siguiendo con la línea a la que nos tiene acostumbrados, Chávez ha atacado no sólo al gobierno de España, sino también a la prensa de nuestro país, a la que ha acusado de muy sensacionalista y, como no podía ser de otra forma, tampoco se ha olvidado esta vez de los grandes grupos económicos.

Parece que Chávez tiene muy  claro eso de que la mejor defensa es un buen ataque. Si tanto le molestan las acusaciones que lo relacionan con el terrorismo, no sólo de ETA, sino también de las FARC, debería dedicar su tiempo y sus esfuerzos a defenderse de esas acusaciones y a aportar pruebas que demuestren lo contrario. Si tanto la justicia venezolana como la española hacen bien su trabajo, Arturo Cubillas será extraditado a España y juzgado y entonces será la ley y la justicia las que puedan demostrar si todo esto es falso o no.

El gobierno de España no puede rebajarse al mismo nivel que el presidente de Venezuela y entrar en su juego, que es lo que él quiere. Por el contrario, debería hacer oídos sordos a las palabras de Chávez y centrarse en lograr la extradición del presunto etarra para que pueda ser juzgado en nuestro país.

Mientras, nadie duda de que Chávez seguirá con sus ataques a diestro y siniestro. Parece que el presidente de Venezuela sufre una manía persecutoria que lo único que le deja ver es que, según él, todos los países están en su contra y quieren atacarlo, acusarlo y desprestigiarlo. No sé da cuenta de que con comunicados como este se desprestigia él solo y que el resto de países tienen otras muchas cosas más importantes de las que preocuparse. Aunque él lo crea así, no es el ombligo del mundo.

 Fuente | El País