Parece que a los ciudadanos de Lampedusa no les queda más que resignación. La pequeña isla del Mediterráneo conocida por su afluencia turística lleva un inicio de año caótico. Y es que si primero fueron los tunecinos los que abarrotaron la isla en busca de papeles que les hicieran escapar de su realidad nacional, ahora son inmigrantes libios los que llegan. Y solo hoy se han contabilizado 760.
Ya me estoy imaginando la que se va a volver a liar entre Messieur Sarkozy y el Signore Berlusconi. Pero es que si bien con Túnez se llegó a un acuerdo y tras el 5 de abril se considera a todos los llegados a Lampedusa como emigrantes económicos y por tanto con una repatriación inmediata. ¿qué sucederá con Libia, un país en guerra abierta? ¿Les van a considerar con posibilidades de asilo político? ¿Les repatriarán por la trastienda? ¿Mandarán más dinero para controlar las fronteras? No sé como piensan actuar el gobierno italiano, principal damnificado de esta situación y Europa, pero lo que está claro es que si ya la crisis europea era un gran problema, parece que nos llegan más, y la guerra abierta en El Magreb, parece no haber terminado todavía. Y no me refiero solo a Libia. Por lo que agárrense, que llegan más curvas.
