Si bien la noticia es de hoy, lo cierto es que a nadie ha sorprendido. Y es que la reunión del Partido Comunista Cubano ha traído una noticia que el que más y el que menos ya nos esperábamos. Un Fidel Castro ya retirado por motivos de salud de la política desde hace algunos años, ha puesto fin a lo que ha sido una “presidencia temporánea” de Raúl Castro, para hoy, nombrarlo oficialmente presidente de Cuba.
Sin embargo, la dimisión de Fidel Castro y la no siquiera presentación en las listas del partido no ha sido la noticia fundamental. Y es que parece que Cuba si bien sigue defedendiendo ese socialismo con el que Fidel fundó su partido, parece estar pidiendo a gritos cambios. Cambios que Fidel ha dicho “deben ocurrir”. Pero claro, la sombra del capitalismo les persigue, y el miedo a que el mundo vea, lo que ya sabemos pero que Cuba parece no conocer, el miedo a que el comunismo en Cuba termine, tiene que ser enterrado. ¿Cómo? Aquí mejor que nada funciona la retórica. Y es que mientras decimos que los cubanos podrán comprar coches y casas libremente, creamos un discurso anticapitalista como si del demonio de movimiento se tratase. ¿Qué significa al final poder comprar libremente casas y coches? En fin… política de pacotilla.