Los casos Bárcenas del PP y los EREs del PSOE andaluz tienen a la política española dada la vuelta, y mientras los ciudadanos claman lucha contra la corrupción de los grandes partidos, parece que la Fiscalía Anticorrupción muestra señas de querer defender lo indefendible.
Aunque soy de las que aún declarándome socialdemócrata no votaré al PSOE, porque desde las últimas elecciones, en las que les retiré mi confianza no han hecho nada para recuperarla cree que cuando uno se siente identificado con un partido debe ser aún más crítico que con el contrario, y como habréis leído en el blog al PP y al caso Bárcenas le hemos dado caña, el caso de los EREs no es menos preocupante. Menos aún por la noticia que ha pasado a todas las portadas.
En este caso, no se trata de lo que ocultan Griñán y compañía, ni tampoco del nombramiento del ex-jefe andaluz como senador, sino de la actitud de la Fiscalía Anticorrupción, que ha demostrado esta vez parecer más un extraño ente que parece no ir contra la corrupción que otra cosa. Y es que si la juez Alaya no ha dado en el clavo saltándose sus competencias imputando a Griñán sin poder hacerlo, lo más lógico sería que fuese éste el que reclame, y no que lo haga Anticorrupción.
Y es que pensar que Anticorrupción pone por delante el hecho de la indefensión que el asunto que en realidad ha llevado a la trama de los EREs al banquillo me parece como mucho una actitud bastante criticable, y que vuelve a colocar a la marca España por los suelos, a los españoles como tontos, y a nuestra justicia que intenta siempre dar lo mejor de sí, en un lugar de alto control político por parte de los altos tribunales y los fiscales.
Pasó con el caso de la Infanta. Pasó con el caso del presidente del Supremo militante del PP. Y ahora Anticorrupción no se corta. ¿Acaso alguien se cree de verdad que el PP y el PSOE son trigo limpio? Señores de ambos partidos, mejor vean las encuestas, porque puede que esa fiesta de la democracia bipartidista esté a punto de terminar. Y el PP ha hecho méritos en todos los campos. Pero el PSOE con este tipo de actitudes, no se queda atrás.