Lo de España en los últimos tiempos es ir a la cola. Y es que si ya teníamos poco con nuestra situación económica, ahora llega el informe PISA que pone a los españoles en el lugar que les corresponde, y elimina cualquier presumible gesto propagandístico de algún político que nos quiere vender que «somos pioneros» en el sistema de educación europeo. Y en lo único en lo que somos pioneros últimamente es en mediocridad.
Y claro, estar a 12 puntos de la media de la OCDE en el informe PISA, pero mejorar con respecto a los resultados obtenidos en el informe publicado en el anterior período en 2007, parecen no disgustar tanto a nuestros políticos. Es más, las conclusiones no se han hecho esperar, y en lugar de alarmarse porque estar a 12 puntos de la media de los principales países, nos coloca casi como la cola de la cola, resulta que a nuestros dirigentes les parece que España se mantiene estable, mientras que el resto de países desarrollados han mejorado levemente. Así lo han expresado desde Educación.
Y claro, si el informe PISA nos muestra como vamos a la cola en Educación, y como nos aventajan la gran mayoría de los países desarrollados, incluidos la mayoría de los de la Eurozona, en lugar de poner los máximos esfuerzos por adaptarnos, por mostrar a nuestros jóvenes de que merece la pena esforzarse, que la educación nos hace mejores, les trasmitimos que «estamos estables». Y claro si estable es igual a mediocre, luego no nos lamentemos.
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