Probablemente la situación actual de la política nos tenga a los ciudadanos desencantados por los muchos escándalos de corrupción que vemos a diario en tribunales y juzgados de turno, o filtrados en la prensa, pero lo cierto es que los grandes partidos se encuentran al mismo tiempo desconcertados porque jamás se había visto tan lejos de perder el bipartidismo que nos ha marcado la democracia como a día de hoy.
Y aunque al PP, como partido de gobierno, le hemos dado mucha caña aquí, porque a mi juicio no puede errar más en la mayoría de reformas que aplica, abusando de una mayoría absoluta que hace norma para perjudicar ya no solo al ciudadano, si a su propio votante que cada vez le da más la espalda, no van mejor las cosas en el PSOE. Y es que en este caso tengo que decir que el PP tiene desventaja. Gobernar no es fácil y en la tarea de gobierno se pierden apoyos. Hacer oposición es mucho más simple, pero ni como simple tarea el PSOE la ha sabido llevar a cabo.
3 razones por las que el PSOE necesita un nuevo líder
Pero para hacer una oposición digna de llamarse tal, lo primero que uno necesita es un partido político con las cosas claras y con un líder que represente los intereses dentro del partido y de los votantes de la formación. Y precisamente eso que se necesita como base el PSOE no lo tiene. Esa es la primera razón por la cuál el PSOE necesita un nuevo líder, y lo necesita con la máxima urgencia.
La segunda de las razones se deriva de la primera, y precisamente por ello nos encontramos con que en realidad resulta casi imposible convencer al electorado si además de no tener líder no se respetan los principios de los que esa formación hacía alarde. Pongo un ejemplo, ¿uno puede decir qué es social cuándo permite los deshaucios? ¿Uno puede decir que es social cuando no se opone claramente a la reforma laboral que ha causado más desempleo y empleo precario que la propia crisis?
La tercera de las razones, es una simple lógica de cómo es la realidad parlamentaria. En realidad ahora mismo el PP ejerce el gobierno en base a una mayoría absoluta. Y esa mayoría absoluta podría romperse con una moción de censura. Una figura poco usada en España, tan solo en dos ocasiones, y que dejó vencido al bando que la presentaba. Pero que bien podría servir en una dramática situación como la actual. Pero para presentar una moción de censuro uno tiene que tener un líder, y todos sabemos que Rubalcaba ha cumplido mandato y que su cometido no es liderar al PSOE.
Entonces, con todas estas razones, ¿a qué espera el PSOE para elegir a un nuevo líder, con las ideas claras los principios socialdemócratas por norma de gobierno y con ganas de explicarle a los ciudadanos que lo que hace el PP no es para sacar a España de la crisis sino para volver a un modelo arcaico en el que la libertad es menos y la imposición es más y todo se justifica por el déficit y una austeridad que solo vive el ciudadano de a pie? Las uvas ya casi les han dado..
