La verdad es que estos días España está temblando, o mejor dicho, los españoles. Si con todas las duras medidas que el ejecutivo lleva desde que llegó al poder en diciembre anunciando no han hecho más que quebranos la cabeza además de los bolsillos y no han sido capaces de convencer en Europa, y los rumores del rescate por parte de la UE y el temor de los inversores hacen crecer nuestra prima de riesgo, imagínense lo que será el siguiente paso.
El ejecutivo de Mariano Rajoy pretende anunciar más medidas todavía, de esas de recorte y de recaudación de impuestos aunque haya que buscar bajo las piedras, y con el título que la ha puesto el presidente español, que las ha calificado como «contundentes«. ¿Ya se están imaginando el significado de la palabra para los populares?
Pues de seguro que no es lo que nos gustaría a los españoles, pero con el frente europeo abierto y el miedo a una intervención en el país por parte de la UE me da la impresión de que la derecha española, con la mayoría absoluta más grande de la democracia tiene carta blanca para hacer de todo, un de todo que aunque puede que a largo plazo ponga a España en un lugar mejor en la economía mundial, por ahora solo nos da pie a pensar que nos vamos a tener que apretar la soga al cuello, porque lo de apretar el cinturón ya ha cambiado de escala.
Y aunque reconozco que como a la mayoría de los españoles no me hace ninguna gracia que se suban impuestos y nos sigan ahogando con tasas, creo que algo había que hacer para salir de este caos en el que nos metimos. Pero lo aceptaría de mejor grado si los políticos tuviesen las mismas reglas que el resto de los ciudadanos. Ahí si me creería la confianza que nos han vendido los del PP antes de las elecciones.
