Tras la aprobación de la temida reforma laboral y a pocas jornadas de que se celebre la huelga general, Zapatero se defiende ante las duras preguntas de la entrevista que le hicieron cuatro profesionales de la Ser.
La frase más importante y con la que inició mi reflexión de la política de Zapatero es sin duda «No siento que haya traicionado mis principios con la reforma laboral»
De no haber «crisis», a «crisis profunda»
Si no recuerdo mal Zapatero estuvo hasta casi este momento desoyendo voces que le venían por todas partes advirtiéndole de lo que se avecinaba. Esa gran crisis que según ZP jamás nos afectaría. Puras palabras para hacer creer que España no estaba preparada. Al final, todas las voces tenían razón.
Resulta que la negación de una crisis supuso que la crisis se agravara ya que no se tomaron las precauciones necesarias. Y hoy estamos como estamos. Superando el 20% de paro, en un país dónde los jóvenes no encuentran empleo, y la población está cada vez más envejecida y con pocos síntomas de renovación. Con todas las consecuencias que eso supone para la economía.
Traición de principios, y vuelvo a la derecha
¿Cómo se atreve a decir que no siente que haya traicionado a sus principios cuando acabamos de pasar de una España que suvencionaba de todo, en la que el dinero público se «invertía» en beneficios sociales de todo tipo, a otra en la que los derechos de los trabajadores se han visto claramente menguados?
¿Funcionan realmente las políticas de izquierda?
¿Esto se traduce que en cuánto hay dinero las políticas sociales priman, y cuando no lo hay los derechos se recortan sin más? ¿No sería mejor que se tomasen las medidas necesarias y se invirtiese acorde con lo que hay? ¿O acaso la política de izquierdas sólo se lleva con las arcas llenas y cuando estas se vacían se pasa a la de derechas?
En fin, que bajo mi criterio la reforma era necesaria dada la situación en la que nos encontramos, pero también es cierto que el discurso de Zapatero ha cambiado bastante con respecto a un tiempo atrás. Así que, que no me diga que no ha traicionado sus principios, cuando estos eran los que tanto se dedico a promulgar y justo de los cuáles va hoy en día en contra.