Cuando un líder político se dedica a predicar lo primero que le viene en mente, sin antes analizar las consecuencias que se le pueden venir encima, lo cierto es que al final, se cae por su propio peso. Evidentemente, si nos pusiésemos a hablar de Hugo Chávez y de todas las estupideces que han salido de su boca, podríamos bien llenar unas diez páginas solo de post acerca del tema. Sin embargo, hoy solo me voy a centrar en uno de sus argumentos, el cual ha topado con un Ente poderoso; La Santa Madre Iglesia.
Y si personalmente soy atea, y no me puedo definir amante de la iglesia, lo cierto es que tampoco me parece muy ético, que un personaje del calibre de Chávez, venga a tomar los argumentos cristianos para crear toda una retórica política que le puede ser de ayuda en captar adeptos a su Socialismo del SXXI.
Y es que a Hugo Chávez no se le ha ocurrido mejor argumento para su Revolución que afirmar que Jesucristo fue “el más grande socialista” de la historia e, incluso, lo ha definido como un “antiimperialista”. Y por ahí, la Iglesia no pasa. Es más, el Cardenal de la capital de Venezuela, Jorge Urosa, le hizo todo un discurso en el que le deja claro que Jesucristo era un líder religioso, lejano por cierto a los ideales chavistas. Pero para lo que a Chávez le importa….