Wikipedia y la historia de la no libertad de expresión italiana

Nosotros, europeos, criticamos régimenes de otros continentes, ponemos el grito en el cielo con presidentes que evitan que sus ciudadanos se puedan expresar libremente. Sin embargo, con tanto etnocentrismo, no nos percatamos que el diablo está en casa. Porque nuestros políticos han demostrado más de una vez de ser capaces de quitarnos nuestra libertad de expresión y muchos otros derechos fundamentales con tal de mantenerse en la silla. Hoy dentro de estos ejemplos, les quiero hablar del caso Italia, que cabe recordar está dentro del G20 y se supone uno de los países más influyentes de Europa.

Pues bien, a la política italiana, o mejor dicho a los políticos italianos de hoy no parece importarles mucho eso de la libertad de expresión; o al menos, bajo la premisa de privacidad de la persona. Así, se han inventado una nueva ley que dice que cada vez que un medio, sea esté físico o online, y aquí se incluyen blogs, pueda publicar información u opinión calificada por la persona que cita deshonrosa, este medio debe publicar en un plazo de 48 horas una rectificación. Así de sencillo. Y claro la sencillez sirve solo a cubrir las espaldas de políticos que de mafiosos, como ha demostrado la justicia, tienen más que la propia Camorra.

Leyes que buscan la autocensura ciudadana

Y como en España, gracias a Dios por ahora no existe ninguna ley de este tipo, yo desde aquí me lo puedo permitir. Me puedo permitir expresar mi opinión sobre los hechos, aunque esta sea contraria a Berlusconi. Pero ¿qué pasa con los bloggers italiano? Sencillo. Ante el temor de multas, por cierto suculentas, e incluso cárcel, si no rectifican a tiempo (que por cierto para pedir cita en el médico en Italia pueden pasar tranquilamente 12 horas, mientras las rectificaciones deben ser en tiempos récord) se aplicaran una autocensura, autocensura que desembocará en lo que ya se está viendo, en que el país solo consiga hablar de fútbol, de Ferrari y de chicas guapas, que por cierto aparecen en todos los programas, sean estos del tipo que sea, y en las fases horarias incluso infantiles con prendas que podrían no llegar a ser consideradas tales.

Y ante el miedo, Wikipedia ya ha respondido. Ha cerrado sus puertas, porque rectificar en 48 horas, en un sitio como la enciclopedia creada por los usuarios es básicamente imposible. Y yo me pregunto, ¿van a dejar los italianos que sus políticos les digan lo que pueden y no pueden decir? Recuerden que las dictaduras empezaban por ahí. Y aunque de EE.UU hay mucho que decir, lo cierto es que allí al menos la libertad de expresión queda garantizada. Quizás sea hora de mirar hacia el Atlántico.