Venezuela; el hazme reír del mundo gracias al gobierno «socialista»

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Un sistema está obsoleto, por mucho que el régimen quiera dar a entender lo contrario cuando en un país la gente deja de tener acceso a los bienes necesarios para su desarrollo personal. Un sistema está obsoleto cuando no se permite la libertad de las personas por miedo a lo que pueda pasar. Un sistema está obsoleto cuando las cosas funcionan peor que en el sistema anterior. Y todo eso le ocurre a Venezuela, que ahora ha pasado a convertirse en el hazme reír del mundo entero porque no es capaz siquiera de garantizar a sus ciudadanos cosas tan simples como el papel de baño, o el vino necesario para preparar la eucaristía (la mayoría de su población es católica). Bueno, en realidad esas son las dos cosas de las que nos hemos enterado que faltan en Venezuela a este lado del mundo, porque la harina de maíz, el azúcar o la mantequilla, alimentos base de la dieta común no se encuentran fácilmente en el mercado. Y mejor ni hablo de la falta de medicinas, que escasean en un 60%, y que mucha gente reclama vía redes sociales buscando que con un mensaje viralizado alguien les indique dónde conseguir medicamentos necesarios para la mayor parte de las enfermedades.

Cuando un país dice ser «socialista y bolivariano» y que ha conseguido montar un modelo de Estado distinto al capitalismo que tanto critican y no es capaz de conseguir nada más que hundir al pueblo en la miseria de no poder obtener los bienes básicos; que no lucha contra la pobreza como promete, sino todo lo contrario, porque aunque parezca mentira Chávez y Maduro ahora han construido juntos menos casas para los pobres de las que cualquier presidente anterior (con el modelo capitalista) haya hecho; cuando un país que tiene las mayores reservas de petróleo del mundo tiene problemas para mantener la energía de su pueblo, porque hay cortes de luz todos los días; cuando un país con recursos naturales para dar y tomar no es capaz de generar los recursos que necesita su economía interna y tiene que gastarse millones en importaciones básicas; y cuando un país prefiere regalar el petróleo que es de sus ciudadanos a otras naciones, como Cuba o NIcaragua, para que éstas si tengan garantizado su modelo energético y sus gobernantes se llenen el buche, antes que saldar las necesidades de sus ciudadanos propios; entonces ese modelo de Estado y de país está obsoleto.

Y lo obsoleto, cuando lleva más de 14 años en el poder sin hacer nada bueno, sino hundiendo más y más a la economía en favor de unos cuantos ricos que están ahora en el poder y de unos cuantos mequetrefes que le bailan el baile para legitimar lo ilegitimable, su salida es la única opción que le queda al pueblo. Porque la revolución que el sistema bolivariano dijo ser y no cumplió, necesita ahora de una contrarevolución. Una revolución no dura 14 años para empeorar las cosas, eso ya no es revolución, sino régimen.