Fueron muchos años. Tantos interrogantes. Y sobre todo tantas vidas en el camino. Y 2012, o mejor dicho, antes de que llegue será el fin de que los soldados americanos estén en sus bases en Irak. Parece mentira. Pero así es. Aún así, aunque en tiempo de crisis a los americanos ahora les valga la pena sacar a relucir que Irak ya es un país libre en el que ya no se gasta más dinero del contribuyente, lo cierto es que que esa misión tuviera éxito o fracaso, con todos los millones y las vidas invertidas, solo se va a descubrir a partir de ahora. Y por muy positivo que se ponga Obama, me creo justo la mitad, o mejor dicho, la cuarta parte.
Y es que no creo yo, que en Irak, las cosas hayan cambiado mucho, tanto es así que las malas lenguas dicen que los americano se han retirado antes de lo previsto, al menos según los planes de la organización Obama porque desde Irak no le garantizaban ya para 2012 inmunidad a sus soldados. Así que tan transparente el asunto no es. Luego, quedan las declaraciones del actual primer ministro sobre Siria y las críticas al bloqueo de la Liga árabe, algo que ya nos da a entender como el señor que gobernará a los iraquíes ve el mundo. Y no precisamente de un modo muy democrático.
Y aunque el beneficio de la duda todavía se lo doy a Al Maliki, déjenme también que me conserve las mías, porque por muy obvio que parezca, cuando uno se cría entre bandidos termina por serlo, y no digo que el primer ministro iraquí lo sea, pero al menos, después de todo lo que ha ocurrido y los esfuerzos que han pasado los soldados que no eligieron ir allí, si no que los mandó Bush, con el que tampoco yo estaba de acuerdo, y más aún, en respeto a su pueblo, algo más podría haber dicho en su discurso. Pero bueno, vamos a ver si es de los que con los hechos conquista.
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