Todo es negativo. Por mucho que el señor Rajoy se empeñe en hacer un análisis positivo de este año que lleva gobernando España, y digo gobernando porque eso es lo que se supone que hace un presidente electo, y no porque crea que el verbo se ajusta a las acciones del mandatario, no hay nada positivo que sacar de todo esto. Y no lo digo yo, a la que de seguro que tacharía de los que han llevado a la crisis, viviendo por encima de sus posibilidades, y eso que no he vivido los últimos años en este país. Pero bueno, motivos personales aparte, las cifras son las mismas para los que creen que la derecha es el mejor sistema, y para los que confíamos en una izquierda de centro capaz de conseguir que el Estado de Bienestar esté por encima de todo.. Y se mire hacia dónde se mire, todos los organismos coinciden: España va a peor.
Y no me importa si el señor Rajoy cree que el PSOE tiene la culpa. Porque a los socialistas ya les vale también. A mi lo que me importa es que sin mi voto el que gobierna, y lleva haciéndolo durante 365 interminables días y sus respectivas noches es el señor Rajoy, con lo que si tiene algo de responsabilidad política me gustaría que me hablase de la herencia que el empieza a construir, y no de lo de siempre, de la que le dejaron otros.
Porque el argumento se torna fácil. Facilísimo diría incluso. Y mientras se busca como repartir culpas aquí el paro sube, las tasas se disparan, hay quién ya no tiene de qué comer, la pobreza extrema se multiplica y la clase media se ha visto convertida en pobre sin apenas tener tiempo a abrir los ojos. Ellos, los de siempre, siguen gobernando, gobernando con excusas y la realidad es que hay cosas que si han cambiado, sobre todo que hay tasas judiciales, más tasas sanitarias y una educación que no va. Esa es la herencia que ha empezado el señor Rajoy, porque con 365 días, ya hay que empezar en balances. Al fin y al cabo, el 31 de diciembre cerramos año fiscal ¿O no?