Bueno y como hemos empezado bien esta salida de 2011, con el anuncio de las subidas de las pensiones, la verdad es que tenía que haber alguien que pagase el pato, y si pensaban que iban a ser Zapatero o Rajoy, de nuevo se han vuelto a equivocar. Así, de nuevo, le ha tocado a los funcionarios, que verán sus sueldos congelados pase lo que pase, y que además si se quedan sin personal, no van a ver ninguna sustitución a no ser que sea en servicios básicos.
Y la verdad, es que algún amigo funcionario tengo, y les puedo asegurar que sus protestas me tienen los oídos rotos, pero a este punto además de haber empezado por los recortes a los políticos que ni los veremos con Rajoy ni con el PSOE ni con ninguno, me parece lógico que si el Estado es quien contrata, y no tiene dinero, sus sueldos se congelen. Y si a eso le sumamos que en realidad los funcionarios son unos privilegiados por tener un sueldo garantizado con un contrato fijo, pues oigan, la cosa tiene sentido. Y si hay alguno que me lea, desde ya le digo que ya sé que las oposiciones también están abiertas para mí, pero la verdad es que no me interesa trabajar para el Estado, porque no me parece que ahí esté mi futuro. Prefiero seguir con trabajos determinados.
En todo caso, a favor o en contra, la decisión está ya tomada, y venga inflación o venga lo que venga, en 2012 los sueldos de los funcionarios no se suben y además no se contrata a ninguno más. Y ésta última medida si puedo decirles que me agrada, porque ver como jóvenes formados solo aspiran en su vida a formar parte del funcionariado en su gran mayoría, iba a resultar que o nos volvíamos comunistas, o si no no funcionaría el sistema. Así al menos, sin posibilidad de opositar, aunque sea a la fuerza, vamos a tener que ir cambiando el rumbo.
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