Los que me leen a menudo saben que aunque tengo nacionalidad española, no he nacido en España. Yo nací en Venezuela, un país al que si es para copiar medidas políticas mejor no mirar en este momento, al menos si no queremos acabar con los más altos indices de todo menos de lo bueno: inflación, pobreza, importación, escasez de divisas,…. Sin embargo, hoy me ha parecido hacer una reflexión entre ambas realidades, porque aunque Venezuela y España tengan poco que ver entre sí, lo cierto es que el gobierno que hoy tiene el país latinoamericano, podría pasar en España si no se le ponen medidas.
En Venezuela, por decirlo a grosso modo había un gobierno bipartidista, en el que dos grandes partidos se sucedían en el poder. La derecha y la izquierda moderada, como en España el PP y el PSOE solo que allí eran adecos y copellanos.
Ambos partidos cambiaban dentro del gobierno con las elecciones, pero el país pedía cambios que ellos no supieron darle. El país tenía unas prioridades, y los políticos otras. Así mientras ellos eran ajenos al cambio que la sociedad le pedía a gritos, Hugo Chávez creaba su revolución del Siglo XXI. Una revolución que llego a triunfar en las urnas porque la gente estaba harta.
Y ahora si volvemos a España, y con el artículo de esta mañana en el que les contaba que el PP se ha caído 8 puntos en menos de medio año en las encuestas, y que el PSOE no sube esos puntos, es decir que no existe el trasvase de voto entre los dos grandes partidos, ¿saben que puede estar pasando en nuestro país? Pues muy simple, que si ahora un loco con un poco de retórica, llega un nuevo líder que quiera cambiar el mundo que conocemos, puede que lo haga. Y el resultado, si acaba siendo como el de Venezuela, no tendremos la culpa los ciudadanos cansados con ganas de cambio en las urnas, si no los dos grandes partidos, el PP y el PSOE que no han sabido blindarse escuchando al ciudadano ante algo así.