¿Qué miedo le tienen los políticos a los fotógrafos?

Si usted se queda dormido en su lugar de trabajo, corre el riesgo de que lo despidan. Y si por casualidad, su jefe le pilla haciendo esquemas en horas de trabajo también. Ni que decir de mensajes que puedan ser delicados vía móvil o redes sociales. Pero eso es la vida de los mortales, porque la clase política hasta en eso quiere privilegios. Si ya van poco al Congreso y alguno ni pisa la silla en toda la Legislatura, parece que ni con esas les basta, y ahora se sacan del bolsillo una medida que prohibe que los fotógrafos fotografíen documentos escritos o mensajes de móviles de los parlamentarios mientras estos están dentro de la Cámara.

fotógrafos prohibición Congreso

Todo viene por una reciente fotografía de un mensaje que recibía Rubalcaba y que parece haber sido la excusa perfecta para insertar otra de esas medidas antidemocráticas a las que prestamos poca atención porque hoy se aprobaban los recortes. Y mientras miramos para otro lado, los políticos se hacen su casta, se llenan de privilegios, y por si ya fuera poco amenazan a los fotógrafos que incumplan la norma con quitarles su credencial, vamos, el pan del que comen.

Y yo me pregunto, ¿acaso el Congreso no es el lugar de trabajo de los parlamentarios? ¿Acaso no deberían primar las mismas normas que están vigentes en el resto de lugares de empleo? ¿Acaso que ellos hagan garabatos o reciban mensajitos en sus horas laborables no es lo mismo que nos pase a nosotros? ¿No son esas horas de tiempo desperdiciadas? ¿Y si probamos a descontarlas de nómina? ¿Qué les parecería a los políticos entonces? Porque deben recordar que trabajan para quienes les votamos y quienes no, que al final somos el pueblo. Y precisamente por eso, su vida privada, al menos dentro de los muros del Congreso es pública, y si no quieren que lo sea, que dejen asuntos personales para otras horas del día, como todo hijo de vecino. Y en lugar de sancionar a los fotógrafos, que los sancionen a ellos, por no estar a lo que deben. Pero claro, ¿qué político se atrevería a proponer una medida semejante? Ninguno. Porque la valentía no es cualidad genética en esta casta privilegiada.

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