Puede parecer que los ciudadanos nos chupamos el dedo, pero no es así. Hemos aguantado ya demasiadas, y con la excusas que en otros sitios pueden ser creíbles por el cambio de gobierno, Valencia no ha podido más y ha estallado, y la imagen de las protestas en la Generalitat de Valencia al grito de ladrones y chorizos es el símbolo de una España que ya no puede más con las cargas de sus políticos.
Y es que son recortes, más horas de trabajo y subidas de impuestos a lo que nos enfrentamos, mientras los políticos cobran lo mismo y no vemos que trabajen. Precisamente todo esto es lo que ha hecho que los principales sindicatos convocasen protestas que han invadido el Palacio de la Generalitat Valenciana con los que se han colado que gritaban ladrones y chorizos y reclamaban medidas que ayuden al pueblo y no que enriquezcan sus bolsillos en los 10 minutos que duró la intromisión dentro del edificio público.
Y es que resulta que a los políticos les viene muy bien lo del cambio de gobierno. A unos y a otros. Porque si le echamos la culpa al que estaba antes, tenemos años por delante para hacer lo que nos parezca oportuno, saltándose el programa electoral, las promesas y no dando la cara. Pero no se preocupen, que no han desperdiciado el voto, porque cuando en las próximas elecciones vayan a votar de nuevo al PSOE desencantados con Rajoy, pasará exactamente lo mismo. La culpa siempre la tienen los que gobernaban antes, y como se hacen turnos en el poder, pues del que manda nunca es. Y así nos va.
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