La secretaria general y número 2 del PP, María Dolores de Cospedal, ha acusado al PSOE de contratar detectives privados para espiarla en Castilla la Mancha, así como a miembros del Partido Popular en esta Comunidad. Y el PSOE, por su parte, ante estas acusaciones sin pruebas, ha decidido demandar a Cospedal.
Así están las cosas en la política de nuestra país, que más que política parece el argumento de una película de espías. Con este panorama, mejor tomárnoslo a risa porque si no, tendríamos que pasarnos todo el día dándonos cabezazos contra la pared.
No es la primera vez que Cospedal lanza acusaciones y calumnias sin tener pruebas que las demuestren, acusaciones que suelen provocar, además del lógico enfado e indignación en los acusados, risas e incredulidad en el público en general ante afirmaciones tan disparatadas como esta.
Hace dos años, en 2009, Mariá Dolores de Cospedal ya denunció que la Guardia Civil, la Policía Nacional, los jueces y los fiscales espiaban a los populares con más dedicación que a la banda terrorista ETA. Sin embargo, no pudo aportar ninguna prueba que lo demostrase y todo se quedó en agua de borrajas.
Veremos qué pasa ahora con esta nueva acusación. Pero, desde luego, para mí lo más triste de todo este asunto, lo más lamentable y patético es que, con la que está cayendo, con la crisis que estamos sufriendo los ciudadanos, los políticos se dediquen a jugar a espías y a detectives privados en lugar de intentar aportar soluciones.
Fuente | Público