Europa, esa unión de 27 países de la que últimamente os hemos hablado desde aquí, en la que parece que económicamente deciden sólo dos. O eso es lo que se ha demostrado últimamente. Con la cuestión del FMI y la recaída de los países mediterráneos seguida de la recesión en la que se ha visto involucrada Irlanda, y que está haciendo temblar de nuevo a Europa.
Pero después de tantos años juntos, tras incorporar cada vez más miembros, alcanzando los 27 que somos hoy, y Croacia que se incorporará próximamente, merece la pena luchar por polítcas comunes, por políticas que nos hagan parecer un verdadero estado único, a pesar de que cada uno de los miembros tenga cierta libertad de movimiento. De hecho, al fin y al cabo, compartimos una moneda común (no todos, pero se hará en el momento justo), compartimos un espacio que nos es común a todos, y compartimos una cultura similar en muchos puntos.
Esa Europa unida es difícil de mantener, porque son los intereses de unos 400 millones de habitantes gobernados por 27 personas diferentes, las cuales cada una tiene unos objetivos y exigencias propias. Sin embargo, hasta ahora, con altibajos, las cosas habían funcionado relativamente bien, y todos los ciudadanos europeos nos hemos beneficiado de las ventajas que supone ser parte del mismo estado.
Las cuestiones en las que toca legislar en la Unión son muchas, y van desde la educación o la cultura, hasta la macroeconomía, el desarrollo sostenible, o una política de telecomunicaciones común. De hecho con respecto a este último tema, me ha llamado la atención una iniciativa que es precisamente sobre lo que se basa este artículo, políticas que crean una Europa Unida. El proyecto pretende eliminar las tarifas de Roaming aplicadas por las teleoperadoras en los países miembros, por la tanto sigue una línea económica, y busca hacer realidad eso que en la teoría se menciona en todos lados, y luego en la práctica no es tan claro: Un Europa unida, un territorio único.
Pues bien, esta con otras políticas que se llevan a cabo en la UE son las que hacen sentir a sus ciudadanos que de verdad tienen otra nacionalidad, la europea. Porque si tu presidente te dice que Europa es una, peor te toca cambiar moneda, pagar tarifas como si estuvieses en el extranjero y hacer cientos de papeles ¿Qué diferencia hay entre ser o no europeo? Estas son las políticas que sin duda vale la pena incentivar, para lograr crear una identidad común, la identidad europea