Afiliaciones, tribunales y el PP. Siempre el PP

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A mi parecer, esto ya pasa de castaño oscuro. Y sinceramente, de nada me valen las explicaciones del tipo de «son todos iguales». El que tenga ojos que vea. Porque desastre tan manifiesto como el del PP actual no lo ha habido en la historia de España. Fíjense lo que digo que toda la trama de corrupción de Felipe González, la más sonada de la democracia, se queda en pañales ante la Gürtel, Bárcenas y el control actual que ejerce el ejecutivo sobre todos los poderes. El que siga votando al PP, con toda la libertad que le otorga la de momento no tocada democracia en ese sentido, solo defiende o bien sus intereses de afiliación al partido, o bien el hecho que de que prefiere una dictadura de las urnas.

Y antes de que alguno de los votantes del PP me tache de radical o de sensacionalista, ruego me conceda unos minutos para explicarme. En realidad no se trata solo de la trama de corrupción que ha destapado Bárcenas, que ha pasado de ser tachado de inocente por toda la cúpula popular a convertirse en el mentiroso de turno. ¡Sí solo fuera eso! Se trata de vivir en un Estado en el que multan al preferentista que se manifiesta (a los hechos me remito), en el que Gallardón entiende que la justicia española se decida por un Fiscal que le rinde cuentas a él (como Ministro de Justicia) que considerará si es factible o no llevar a juicio a quien sea por una pura cuestión de «compensación» según el borrador de la ley planteada. Se trata de que vivimos en un país en el que el presidente declara por la trama más grande de corrupción en democracia por el hecho de que el máximo dirigente de la oposición le amenaza con una moción de censura.

Y a todo esto, ni se les ocurra twittear diciendo alguna verdad sobre el PP, porque caen en el riesgo de que los denuncien, como hasta hace bien poco iban haciendo dirigentes como Cifuentes a diestro y siniestro. Dicho esto, el que tenga ojos que vea, porque de la corrupción sabíamos de la misa a la mitad y aquí nadie se ha sorprendido. Pero lo de la total falta de democracia hace unas cuantas décadas que no se vivía en España. Allá cada quién con su conciencia, y el futuro que quiere dejar a las próximas generaciones. Yo, lo tengo claro. Si hubiera coherencia Rajoy dimitiría y se convocarían elecciones. Pero no esperen que la haya si seguimos como borregos botando por siglas y no por lo de verdad queremos para España.